Archivo de Fronsac

Crónicas de un viaje desde el fondo del alma hasta Fronsac.

Posted in Bailarinas, Espectáculos, Sáhara with tags , , , on noviembre 12, 2013 by saharadancecompany

Bailar viajando o viajar para bailar, más si el destino es internacional, es el sueño de muchos bailarines; para una bailarina de danza oriental el significado es aún mayor dadas las controversias, diferencias de opiniones y la gran confusión que se genera en esta danza. Es por eso que quiero compartir algunas de las experiencias en este sueño realizado, un viaje que duró un intenso fin de semana.

Septiembre… comienzo de ensayos, como siempre empezamos tarde, pero esta vez, ya nos sabemos Kadin como la propia constitución española (no es que una se la estudie y la diga de carrerilla, pero el contenido está más que conocido), la sensación en general es algo así como… “¿Nos vamos de verdad?” no es hasta un par de días antes cuando empezamos a correr con las maletas, maquillaje, organización en carretera, etc… cuando caes en la cuenta de que el día se acerca y te vas ¡DE VERDAD!

El día de la partida me levanté muy nerviosita, me hubiese gustado parpadear y llegar allí al abrir los ojos, aunque ya sabía lo que me esperaba: cruzar la periferia de Madrid, llegar hasta donde mi compañera de viaje, desde ahí pasar a la sala de ensayo a recoger a la otra compi y algunas cositas (del montón de “cositas” que llevamos) y después de todo eso, recorrer los casi 800 km que nos separaban de Burdeos, todo esto bajo unas “lluvias débiles y chubascos” que ya había previsto AEMET y que ocasionaron un intenso tránsito, no les hizo nada de gracia a las que nos esperaron nada menos que 1 hora entera a que llegáramos al punto de partida.

plín, y ya!

Me puso un poco triste no comenzar el día relajadamente y con un gran desayuno espectacular –de los que a mí me gustan- pero todo el esfuerzo merecía la pena, de hecho, una vez en camino, escuchando “Cairo Baladi” hizo que me entraran hasta ganas de bailar sentada (y no solo a mí), nos esperaban 7 horas de carretera por delante.

collage coches

El viaje fue realmente agotador, pero no disminuyo en nada la emoción de pisar Francia en “artist mode”. Tras algo de niebla, un montón de túneles, una buena parada de descanso y aproximadamente unos 600 mensajes de whassap en el grupo de viaje (saco un promedio, porque mi móvil se quedó sin batería), llegamos a Fronsac cayendo la noche.

camino tota

Estábamos todas cansadísimas, pero muy inquietas por verlo todo. En Casa Garros, nos trataron como verdaderas princesas árabes, definimos las habitaciones y a las más principescas pasamos la noche en un castillo muy cercano al lugar, aunque la casa en sí era lujosa y riquísima en detalles, el castillo era  hermoso, clásico y moderno a la vez, acogedor y misterioso -creo que esto último lo aportó la tormenta que nos acompaño por la noche- a mí me encantó.

Después de una cena deliciosa, contarnos todo lo que paso en cada coche a volumen español de conversación (whassap no fue suficiente), brindar muchas veces y un mini ensayo, nos fuimos a dormir, mi compañera de habitación –un solete- no se quejó ni una vez de todas mis vueltas y resoplidos hasta que logre dormir, después de MUCHO tiempo lo conseguí.

Zzzzzz!

posada panoram

Al día siguiente salió un sol espectacular y nos dimos cuenta de DÓNDE estábamos realmente, ir a desayunar implicaba pasear por unos viñedos preciosos, dignos de la peli “Un paseo por las nubes”. Keanu Reeves no estaba, pero tuvimos dos colaboradores oficiales y de lujo ayudando en todo lo que han podido.

posadatot

El desayuno con croissants y sabrosísimas mermeladas fue muy alentador, pero sólo  hasta después de unos arduos ensayos que nos llevaron tooooda la mañana.

destot

ensayotot

El día se nos hizo larguísimo, pero mereció la pena ya que el espectáculo salió de maravilla… recibimos muchas felicitaciones, ovaciones y mucho cariño con acento francés. Además, tuvimos de público de honor, al maestro egipcio Zaza Hassan, que viajó más de 800 kilómetros para poder acompañarnos en nuestro espectáculo. ¡Fue un grandísimo honor!.

cena tot

Esa noche estuvo despejada y aún de regreso a nuestros majestuosos aposentos pudimos apreciar un hermoso cielo estrellado imposible de encontrar en la ciudad.

Después de un día inolvidable, llegó la hora de prepararse para partir, un desayuno muy animado, comentando, mirando algunas fotos… y otra vez nuestras conversaciones a volumen español (esta vez duplicado que toda la alegría había que expresarla, oye!). Me puso realmente nostálgica dejar aquel lugar.

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Y así fue como otra  aventura pasó por nuestras vidas, un sueño (más) cumplido. Además de adquirir más conocimientos, madurez, práctica… personalmente me quedo sobre todo con estas amigas con quienes cada vez hacemos más miguitas. El final de un viaje inolvidable en el que nos estuvimos ayudando, con el idioma, con las coreos, con los maquillajes, las uñas…!  distribuyendo alegría entre nosotras y hasta soltando grandes cargas. Nos hemos dejado también mucho por ver en “turist mode”, aunque estoy segura de que pronto volveremos a ese magnífico lugar.